Cenar en la iLatina es toda una experiencia. No solo porque desde que entras te encuentras con un lugar fuera de lo ordinario, el diseño interior estilo “kitsch” [1], ubicado frente a las vías del tren en Av. Inglaterra, lleno de color, las sillas y mesas cada una con un toque diferente, al llegar el host te recibe y de manera muy amable te lleva a tu mesa, (si no tienes reservación es recomendable que llegues temprano), una vez en tu mesa el mesero te ofrece cócteles del día, que siempre van cambiando. Esta vez fui por el vodka lima frappé, también te sirven unas brusquetas cortesía de la casa que te abrirán el apetito.
Al llegar el momento de ordenar, escucha las sugerencias de tu mesero pues generalmente tienen platillos que no vienen incluidos en el menú y que vale la pena probar.
Pedimos de entrada el ya típico Hongo Portobello, y los tacos tropicales que son una delicia. Consisten en un taco que en lugar de tortilla es una lámina de Jícama y servido con camarones empanizados acompañados con una ensalada de piña, súper fresco… también pedimos la sugerencia del chef que eran los crabcakes… en Guadalajara no es común encontrarlos, asi que decidimos ordenarlos. Y no nos arrepentimos para nada, una mezcla del típico crabcake ingles con una salsa de pimientos y chile chipotle, el equilibrio perfecto en sabor y textura.
De plato fuerte nos pedimos el Pargo a la plancha, que viene sobre una cama de arroz blanco en salsa de chiles guajillo… lo más rico. El pescado cocinado a la perfección, la porción perfecta para un plato fuerte, nosotros lo compartimos porque quisimos probar varias entradas.
Te recomiendo, ir con amigos o con tu novio/a y pidan varias entradas para compartir… uno o dos platos fuertes, y un coctel para acompañar. Los precios son justos para la calidad de la comida, de hecho la calidad supera lo que pagas, el servicio es rápido, cordial y con conocimiento de la comida.
El código de vestimenta es casual, muy relajado, es el restaurante perfecto para llevar a alguien a quien quieras impresionar. Funcionó conmigo ya que Mr.O quedó realmente impresionado tanto por la comida, como por el lugar en sí.